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El espíritu empresarial latino prospera, pero sigue habiendo desafíos

El espíritu empresarial latino prospera, pero sigue habiendo desafíos

9 de mayo de 2025

Por: Sandra Benítez, Directora Ejecutiva de la Iniciativa LIBRE.

Esta semana se celebra la Semana de la Pequeña Empresa, una oportunidad para homenajear a los empresarios y las pequeñas empresas de nuestra comunidad local.

Y para la comunidad latina hay mucho que celebrar.

A pesar de algunos serios vientos en contra, las pequeñas empresas latinas y las tasas de emprendimiento latino están creciendo. Según un estudio reciente, casi una de cada cuatro nuevas empresas es propiedad de hispanos, lo que representa el segmento de más rápido crecimiento de las pequeñas empresas estadounidenses. El mismo estudio afirma que las empresas de propiedad hispana emplean a casi tres millones de trabajadores en todo el país.

Por último, el Producto Interior Bruto (PIB) latino -un indicador económico que mide el valor total de los bienes y servicios producidos durante un periodo específico- es de 3,2 billones de dólares. Una forma de entender esta asombrosa cifra es que si los latinos tuvieran su propia economía, serían la quinta economía mundial, por delante de la India, el Reino Unido, Francia y Canadá.

Sin embargo, a pesar de esta historia de éxito, los emprendedores y las pequeñas empresas latinas se enfrentan a retos a nivel estatal y nacional.

A nivel estatal, en lugar de facilitar el éxito de los empresarios (incluidos muchos empresarios latinos), algunos legisladores estatales están dificultando que los panaderos y cocineros caseros conviertan su pasión en un negocio lucrativo.

En Nevada, los empresarios en ciernes que venden fruta fresca y zumos naturales en las esquinas podrían tener que cerrar si algunos legisladores se salen con la suya. En Colorado, los legisladores estatales han rechazado recientemente una ley que habría facilitado a los tamaleros la venta ambulante de tamales.

Las comunidades hispana e inmigrante se ven especialmente afectadas, ya que la comida casera suele ser el primer paso para emprender y perseguir su versión del sueño americano.

Los críticos de la cocina casera sostienen que estas leyes de "comida casera" son necesarias para evitar la contaminación de los alimentos y las prácticas alimentarias insalubres, pero el sentido común y milenios de experiencia vivida nos dicen que la comida casera es segura cuando se hace con cuidado y limpieza. Si no fuera así, nadie la comería.

La buena noticia es que en Arizona prevaleció el sentido común el año pasado, cuando un grupo bipartidista de legisladores estatales ayudó a aprobar una legislación que facilitaba y legalizaba la venta de tamales por parte de las tamaleras. Mi organización, La Iniciativa LIBRE, organizó y movilizó a la comunidad latina del estado para asegurarse de que los legisladores estatales hicieran lo correcto y permitieran a los cocineros y empresarios gastronómicos operar legalmente en el estado.

Estamos siguiendo esta plantilla para movilizar a la comunidad latina en torno a otra gran amenaza que enfrentan las familias de clase media y los propietarios de pequeñas empresas: la expiración de la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos de 2017.

En 2017, el Congreso promulgó importantes rebajas fiscales para las familias de clase media y los creadores de empleo, lo que se tradujo en oportunidades económicas y prosperidad. Los latinos se beneficiaron especialmente de este crecimiento. En los años siguientes a esta legislación, las tasas de desempleo de los latinos alcanzaron mínimos históricos, y las tasas de emprendimiento y de propiedad de viviendas se dispararon.

Desafortunadamente, varias disposiciones de la Ley de recortes y empleos fiscales de 2017 expirarán este año a menos que el Congreso y la Casa Blanca actúen. De no ser así, la familia media podría tener que pagar una media de 1.500 dólares más en impuestos el año que viene. Para algunas familias que viven de cheque en cheque con pocos o ningún ahorro, $ 1,500 es el valor de un mes de comestibles.

Ahora no es el momento de subir los impuestos a las familias de clase media y a los propietarios de pequeñas empresas. Lo que se necesita son políticas económicas más favorables al crecimiento que amplíen las oportunidades y la prosperidad para todos.

La Semana de la Pequeña Empresa es una oportunidad para celebrar el espíritu estadounidense de determinación y resistencia, para arriesgarse a abrir un negocio y ganarse la vida honradamente haciendo algo que te gusta.

La comunidad latina sabe que Estados Unidos es un lugar especial donde los sueños pueden hacerse realidad. Demasiados de nosotros hemos huido de lugares donde el sistema está amañado y la meritocracia pasa a un segundo plano frente al capitalismo de amiguetes y la corrupción.

Los legisladores estatales y federales no deben erigir barreras entre los empresarios latinos y sus sueños en forma de burocracia regulatoria innecesaria e impuestos más altos. Durante esta Semana de la Pequeña Empresa, es hora de que la comunidad latina haga oír su voz.

...Publicado originalmente en La Opinión.