Potenciar la mano de obra moderna: Reformas legislativas para una economía dinámica
26 de febrero de 2025
Por Isabel Soto
A medida que la economía se hace más compleja y cambian las demandas en el mercado laboral, las estructuras, normas y reglamentos en torno al trabajo deberían evolucionar junto con la economía para promover el dinamismo y la flexibilidad. La realidad actual, sin embargo, es la de una economía moderna con su potencial limitado por una estructura legislativa anticuada. Cada vez más trabajadores reclaman un lugar de trabajo flexible en el que puedan tener un control mucho más claro sobre su propio tiempo. A pesar de que el panorama político en torno a este tipo de trabajo es poco favorable, el crecimiento del trabajo independiente y por cuenta propia, como el freelance y la contratación, sigue aumentando.
No se plantea la cuestión de si los trabajadores autónomos quieren ser clasificados como tales. Los autónomos declaran altos niveles de satisfacciónmucho más que sus homólogos empleados tradicionalmente. Existe la ventaja añadida de que el modelo de autónomos permite la participación en la población activa de personas que no podrían trabajar en un sistema tradicional rígido de sólo empleo. Las personas con discapacidades importantes, las personas mayores, los cuidadores y los padres de niños pequeños pueden seguir vinculados a la población activa con un modelo de trabajo más flexible. El trabajo autónomo también ha servido especialmente bien a las comunidades minoritarias. La Cámara de Comercio Negra y la Cámara de Comercio Hispana de Estados Unidos, así como organizaciones asiático-americanas, se han opuesto a los esfuerzos por socavar el autoempleo. se han opuesto a los esfuerzos para socavar el autoempleo/trabajo independiente a nivel estatal. Esto no es ninguna sorpresa, dado que a nivel nacional el 50 por ciento de los hispanos, el 40% de los de los negros y el el 35 por ciento de los asiático-americanos realizan trabajos independientes.
Aunque este modelo tiene ciertamente sus ventajas, persisten dos retos centrales en torno al trabajo independiente. La falta de una distinción clara entre trabajo por cuenta ajena y trabajo independiente, y el acceso a las prestaciones. Se necesita una definición clara para mantener este tipo de trabajo flexible, incluso cuando algunos opositores intentan eliminarlo, y una estructura de prestaciones actualizada. estructura de prestaciones actualizada podría atraer a aún más personas a la población activa al hacer del trabajo autónomo una opción aún más viable.
Afortunadamente, hay legisladores que escuchan lo que quieren los trabajadores y se centran en posibilitar un mercado laboral moderno y accesible para todos. Durante más de una década, el congresista Kiley ha trabajado a nivel estatal y federal para eliminar las barreras al trabajo. Este mes, el congresista Kiley presentó la Ley de Capacitación del Trabajador Moderno (H.R. 1319) y la Ley de Seguridad del Trabajador Moderno (H.R. 1320). La primera aporta claridad a la definición de la Ley de Normas Laborales Justas (FLSA) y la segunda impide que la disponibilidad de prestaciones se tenga en cuenta a la hora de determinar si una persona es o no empleada. En conjunto, estos proyectos de ley permitirían una mayor libertad de elección en la forma de trabajar de las personas, además de fomentar la innovación en el ámbito de las prestaciones.
El modelo actual es tal que, incluso si una entidad contratante desea proporcionar prestaciones a un trabajador independiente con el que contrata, corre un gran riesgo para sí misma y para los trabajadores. Esto se debe a que podría provocar la reclasificación a una relación de empleado-empleador, perjudicando efectivamente a ambas partes y quitando flexibilidad al trabajador. La Ley de Seguridad de los Trabajadores Modernos colma esta laguna. Si se ofrecen prestaciones, pueden aceptarse libremente sin temor a perder la condición de trabajador autónomo.
La claridad de la FLSA proporcionaría un nivel de estabilidad a los trabajadores autónomos en lugar del statu quo actual, marcado por la ambigüedad y el alto riesgo de reclasificación. La Modern Worker Empowerment Act también suaviza parte de la confusión en torno a las definiciones de otros organismos en lo que respecta a los trabajadores independientes. Este cambio es un paso hacia una comprensión más armoniosa de la clasificación de los trabajadores que está más en consonancia con la definición actual del IRS, que proporciona un buen grado de flexibilidad.
Ha llegado el momento de que todos los estadounidenses tengan libertad para trabajar como quieran y no sufran la intromisión del gobierno en la forma de mantener a sus familias. Aportar claridad a la definición y permitir que se proporcionen prestaciones a los trabajadores independientes redundará en beneficio de todos. Nuestra economía debe ser ágil y nuestros trabajadores necesitan más flexibilidad. Ambas cosas pueden lograrse mediante cambios en el statu quo y con el liderazgo de defensores políticos comprometidos.


